LA FLAUTA DULCE
La
Flauta Dulce es una flauta recta de conducto -con una boquilla provista
de bisel- utilizada desde la Edad Media hasta el Barroco. En Inglaterra,
este instrumento se denominó recorder en el Renacimiento y flute
(flauta) en la época barroca. En el Continente, se conoció en ambos períodos
como flauta, Blockflöte, flûte o flauto. La
flauta travesera se identificaba específicamente como tal (con términos
como flauta alemana, flauto traverso) para distinguirla de la flauta
dulce o flauta inglesa. El nombre inglés deriva quizás del italiano ricordo
(recuerdo).
Se distinguen dos tipos principales: renacentista y barroca.
La flauta dulce renacentista está construida en una sola sección, a excepción
de los tamaños más grandes. Suele contar con un total de nueve orificios:
uno para el pulgar por detrás y siete para el resto de los dedos por delatne,
el más bajo de los cuales (que lo toca el meñique) se dobla para permitir
que cualquiera de las dos manos pueda tocar arriba. El orificio que no
se utiliza se tapa con cera. El taladro suele ser ligeramente cónico, siendo
más amplio en la parte alta. El exterior tiene una forma lisa, más ancha
en la parte superior y en la inferior que en el centro, parecida a la de
la tibia de la pierna (con la que se construyeron los instrumentos más
antiguos). Michael Praetorius (Syntagma musicum, vol. 2, 1619) recoge
ocho tamaños de flautas dulces (incluidas las discanto en do4 y re4). El
instrumento barroco tiene un perfil mucho más irregular y está formado
normalmente por tres secciones. Como la sección inferior puede girarse
para permitir que cualquiera de las dos manos se sitúe arriba, no cuenta
con un noveno agujero.
Se considera que la familia moderna de flautas dulces
cuenta únicamente con instrumentos en Do, al margen de cuáles sean las
tesituras concretas o las escalas básicas de sus miembros. Incluye la sopranino
(nota más grave fa4), la soprano (o discanto, do4), la contralto (fa3),
la tenor (do3), la bajo (fa2), la gran bajo (do2) y la contrabajo (Fa1).
Todas tienen normalmente un ámbito de dos octavas y un tono, aunque los
intérpretes diestros pueden ampliar aquél por arriba. La música para los
dos miembros más agudos de esta familia suele escribirse una octava más
grave de su sonido real. Debido a su gran tamaño, los dos instrumentos
más graves cuentan con una boquilla curva similar a la del fagot. Las flautas
bajo, y a veces la tenor, cuentan también con una llave individual para
la nota más grave. El orificio individual más grave puede también sustituirse,
especialmente en los instrumentos modernos, por dos orificios pequeños
colocados uno junto a otro para facilitar la ejecución del semitono más
grave.
En
la época barroca, el instrumento contralto era el instrumento principal
de la familia, por lo que la referencia al resto se hacía en función de
su relación con él; por ejemplo, flauta a la quinta (soprano en do4), flauta
a la sexta (soprano en re4), etc. La flauta de voz (voice flute),
también popular en el siglo XVIII, era una flatua dulce contralto en re3,
tratada como un instrumento transpositor. Se han desarrollado dos formas
de digitación: la alemana, basada en un mal entendimiento de la práctica
barroca y que requiere su propia diposición de los orificios; y la inglesa,
una modificación mínima de las digitaciones que se ofrecen en los manuales
barrocos.
Se han construido flautas dulces en boj, arce y otras
maderas, así como en marfil y, en la actualidad, plástico. El bloque o
bisel suele hacerse con una madera suave, generalmente cedro. Los instrumentos
renacentistas tenían invariablemente bloques de arce u otra madera dura.
El resurgimiento del instrumento en este siglo puede
atribuirse a Arnold Dolmetsch (1858-1940). Como resultado de este resurgimiento,
las flautas dulces vuelven a ser populares como un medio de recrear música
del pasado, para su utilización en los inicios de la enseñanza musical
y como instrumentos serios para la música contemporánea.
